En fin, cagadas aparte; la película trata de un grupo antinazi "Los malditos bastardos", capitaneado por un caracterizado Brad Pitt, cuyo objetivo es eliminar cuántos nazis sea posible, planeando incluso el asesinato del propio Hitler durante el esceno de una película en un cine que, casualmente, es propiedad de una joven judía (Mélanie Laurent) a la que dejaron sin familia, que planea su propia venganza.
La dirección de la película es impecable, lo cual es destacable, ya que por todos es sabido que en las películas de este gran director, el guión superaba con creces los trucos de la dirección. En este caso, y desde mi humilde opinión, el error ha sido el exceso de diálogos inservibles para el desarrollo de la trama. Ahora diréis, pero... eso es lo que Tarantino hace siempre ¿no?. En efecto, pero a mí me ha resultado un poco cargante.
Por tanto, y como redoble final. Considero que es una película que HAY QUE VER, porque realmente merece la pena ver el avance directivo de Q.T; pero, eso sí, no me culpéis a mí si se os ha hecho demasiado larga. Y por supuesto, mi opinión es absolutamente discutible.
me encanta esta pelii
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